¿Sabías que el azafrán puede hacer mucho más por ti de lo que imaginas? Este condimento, famoso por su color vibrante y su sabor único, es también un portento de salud que lleva siglos siendo apreciado tanto en cocinas como en boticas.
Pero aquí entre nosotros, ¿estás realmente sacando el máximo provecho de cada hebra de azafrán?
Déjame contarte un secreto: la manera en que preparas el azafrán puede hacer una gran diferencia. Infusionarlo es, sin duda, la mejor forma de liberar todo su potencial, tanto en la cocina como en tu bienestar. Acompáñame en este post mientras te muestro cómo infusionar azafrán de la manera correcta para intensificar su sabor y multiplicar sus beneficios. Verás que con este sencillo truco, el azafrán no solo enriquecerá tus platos, sino también tu salud.
Que necesitas
No te preocupes, solo necesitas un par de utensilios e ingredientes para hacerlo, Un cuenco para machacar, un frasco a poder ser de vidrio, sal, agua hirviendo y por supuesto el azafran.
- Empezamos poniendo el azafran en el cuenco para machacar, unas 2 a 4 hebras por comensal.
- Añadimos la sal y machacamos un poco
- Añadimos las hebras y la sal al cuenco de cristal y vertemos el agua hirviendo.
De ésta forma ya tendremos nuestra infusión de azafrán, perfecta para añadir a paellas, guisos y aliños.